miércoles, 20 de enero de 2010

Los vendajes


Los vendajes: una perspectiva sensorial

Artículo escrito por Kathy Cascade, PT, Instructora de Tellington TTouch
Traducción: Mary J. Rodríguez M.A. (Hons), Cert. Ed.

Una de las herramientas más útiles del Método Tellington TTouch son los vendajes, una simple venda ACE con que se envuelve el cuerpo siguiendo una serie de configuraciones. Desde hace años los practicantes de TTouch y TTEAM vienen usando estos vendajes para influir sobre la postura, el movimiento y el comportamiento. A veces el resultado es sutil, como cuando un caballo levanta la pata para entrar en el trailer cuando antes era incapaz de hacerlo, y a veces parece milagroso, como cuando un perro al que le aterrorizan las tormentas es capaz de tumbarse y dormir a pesar de los truenos. ¿Cómo puede ser que un simple trozo de tela tenga efectos tan profundos sobre un animal? La respuesta reside en parte en cómo el sistema nervioso procesa la información sensorial proveniente del vendaje.

Normalmente la venda se enrolla al cuerpo del animal siguiendo alguna configuración en forma de ocho, haciendo contacto alrededor del pecho y cruzándose por la espalda, y a veces alcanza el lomo. (Claro que también podemos utilizar estos mismos vendajes para las personas en muchas configuraciones distintas).

La venda se coloca de forma que le resulte cómoda al animal. Nunca debe quedar apretada ya que el objetivo es simplemente hacer que el animal sea consciente del área que toca la venda, no apoyar o apretar. Debido a la elasticidad de la venda ACE, el contacto produce una leve sensación de presión contra el cuerpo y se mueve un poco a medida que se mueve el animal. De esta manera el efecto es que el animal se vuelve más consciente de cómo está usando los diferentes miembros del cuerpo mientras se mueve.

Para comprender cómo funciona, vamos a examinar de forma muy simplificada el sistema sensorimotor. El cuerpo absorbe información proveniente de los sentidos, incluidos los cinco sentidos de la vista, el oído, el olfato, el sabor y el tacto (el sistema táctil). Sin embargo, tenemos otro sistema sensorial, el sistema propioceptivo, que provee información acerca de la posición de los miembros del cuerpo. El sistema propioceptivo es estimulado por el movimiento. La información proveniente de los sistemas táctil y propioceptivo se transmite a lo largo de los nervios, primero a la columna vertebral y después a la corteza somatosensorial, la zona del cerebro que registra esta información. Lo interesante de esta zona es que ciertas partes del cuerpo están mejor representadas que otras. Por ejemplo, la cara y la boca disponen de un mayor número de terminaciones nerviosas sensoriales, y un mayor porcentaje de la corteza somatosensorial se dedica a estas partes del cuerpo. Para las personas las manos y los dedos también tienen mucha importancia. Por lo tanto ¡no es nada sorprendente que usamos mejor los dedos de la mano que los del pie! Una vez procesada la información sensorial, el cerebro responde enviando señales a los músculos para controlar la postura y el movimiento. Esta comunicación constante en ambos sentidos permite a las personas y demás animales a moverse de manera coordinada y a realizar complejas tareas físicas. Al vendar el cuerpo, simplemente intensificamos el nivel de información sensorial que se transmite al cerebro desde las partes del cuerpo en contacto con la venda mediante el sistema táctil y por medio del sistema propioceptivo cuando el animal se mueve con la venda puesta. A menudo la respuesta a esta información sensorial potenciada es una mejoría en el equilibrio, la coordinación y/o el movimiento. En ocasiones también se pueden modificar la cojera y el movimiento asimétrico. Debido a que se pueden apreciar cambios significativos en los andares y el movimiento cuando el animal lleva puesta la venda, es importante quitarla después de poco tiempo (5-10 minutos) para evitar posteriores dolores debido al uso inusitado de los músculos en cuestión. A medida que el animal se adapta al nuevo patrón de movimiento se puede poner la venda para realizar actividades más complejas.

Además de los cambios en el movimiento y la postura, muchas veces también apreciamos cambios de comportamiento cuando el animal lleva la venda puesta. ¿Alguna vez han notado cómo un bebé agitado se calma cuando se le envuelve en una manta? Es el mismo principio que entra en juego cuando vendamos un animal. Las sensaciones de tacto son muy específicas. Las personas y los animales pueden distinguir entre el tacto leve (podemos pensar al caballo que siente cuando se le posa una mosca sobre la espalda), y el tacto con presión (el peso de la mano cuando acariciamos un animal). El sistema táctil también transmite información sobre la temperatura, la vibración y el dolor. El sistema nervioso responde de manera distinta a cada tipo de tacto. El tacto muy leve, los extremos de temperatura y el dolor suscitan una reacción de alejamiento. Por lo tanto, estas sensaciones desempeñan una función protectora porque nos alertan. En cambio, el tacto con presión es tranquilizador y suscita una respuesta de aproximación. TTouch ejerce una leve presión, y los vendajes suscitan una sensación. En general, el tacto con presión activa la zona parasimpática del sistema nervioso, que es el área del sistema nervioso que tranquiliza, restaura y nos vincula a tierra. Los efectos tranquilizadores que apreciamos con los vendajes pueden ser debidos a la influencia de las sensaciones de presión sobre el sistema nervioso.

La mejor manera de comprender los efectos de los vendajes es poniendo una venda nosotros mismos. Podemos pedir a un amigo/a que nos ayude a poner un vendaje muy sencillo con una venda ACE de 5-7cm. de ancho. Colocamos la venda sobre la nuca dejando colgar ambos extremos. A continuación pedimos al amigo/a que pase la venda debajo de las axilas y sujete los extremos a la parte de la venda sobre la nuca. Luego nos fijaremos en la postura. ¿Estamos más erguidos y alineados? Después podemos pasear un poco con la venda puesta prestando atención a la zona del cuerpo en contacto con ella. Al mismo tiempo nos fijaremos en cualquier otra cosa que nos llame la atención. Luego, después de algunos minutos, quitamos la venda y nos fijaremos en si la postura ha cambiado con respecto a nuestra postura habitual. A menudo el cambio permanece incluso después de quitar la venda, ya que el sistema nervioso ha “aprendido” de la experiencia.

Los vendajes han resultado ser una de las herramientas más valiosas de TTouch. Los podemos utilizar para mejorar el movimiento, la postura y el equilibrio, pero también para calmar un animal excitado o miedoso. Para los perros también se pueden poner camisetas o abrigos ya que cumplen la misma función. Lo mejor de todo es que este remedio cuesta poco. Lamentablemente en España y otros muchos países las vendas ACE no se encuentran en las farmacias, pero sí se pueden comprar por internet, y casi seguro que en casa todos tenemos camisetas gastadas que ya no nos ponemos.

©Kathy Cascade

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