sábado, 16 de enero de 2010

El aspecto sensorial de TTouch

El Aspecto Sensorial de TTouch

Artículo escrito por Kathy Cascade, PT, Instructora de TTouch
Traducción: Mary J. Rodríguez M.A.(Hons), Cert. Ed.


Todos nosotros hemos presenciado los cambios, a veces notables, que se producen tras unos pocos minutos de terapia corporal de TTouch o de ejercicios físicos en el Circuito de Aprendizaje. De pronto el perro hiperactivo que gira sin cesar se detiene y, ya equilibrado, echa un vistazo a la sala donde se encuentra, o el gato miedoso encogido al fondo de su jaula da un paso hacia adelante y permite que se le toque. Incluso una serpiente estresada se relaja cuando se realizan suaves “alzados” a lo largo de su cuerpo. Aunque es sencillo observar los cambios externos que ocurren en el comportamiento de un animal, no es siempre tan sencillo explicar por qué se producen estos cambios.

Cómo se reconoce la información entrante.

La mayoría de la gente conoce muy bien los cinco sentidos: la vista, el oído, el olfato, el sabor y el tacto. Sin embargo, también tenemos dos sistemas sensoriales que procesan la información desde “dentro del cuerpo” en vez de la que proviene de fuentes externas. El sistema vestibular responde a cambios en la posición de la cabeza y es un factor crítico para el equilibrio y la seguridad postural. Los receptores de este sistema están situados en el oído interno. ¡Cualquier persona que haya padecido una infección de oído o vértigo sabe exactamente lo que ocurre cuando este sistema no funciona correctamente! El sistema de proprocepción nos permite darnos cuenta de donde se sitúan los diferentes miembros del cuerpo en el espacio. Este sistema es un factor crítico para una correcta conciencia espacial y para el movimiento coordinado. Los receptores para la propiocepción están situados en las articulaciones y en los músculos, y responden a la compresión de las articulaciones o al movimiento (ejercicio). A menudo las personas o los animales que hayan sufrido un derrame cerebral experimentan una pérdida de la función propioceptiva o sus movimientos quedan limitados.

De una importancia especial cuando hablamos de TTouch es el sistema táctil. Éste es un sistema muy específico. No sólo nos permite percibir la temperatura, el dolor y la vibración sino que también nos permite distinguir entre el tacto suave y el tacto con presión. Los receptores para cada una de estas modalidades son específicos y están situados en la piel y otras membranas tales como la boca. El sistema táctil es nuestro sistema de comunicación primario y cumple dos objetivos. El primero es el de la protección y transmite señales acerca de la temperatura, el dolor y el tacto suave. Los receptores de tacto suave detectan movimientos muy sutiles del vello, p.ej. cuando un insecto se posa y nos anda por el brazo. Nos alerta y nos llama la atención de forma inmediata diciéndonos: “¡Quítame ese insecto del brazo YA!” El segundo objetivo es discriminatorio y transmite señales acerca de la vibración y el tacto con presión. Los receptores del tacto con presión están situados justo debajo de la superficie de la piel, y nos permiten detectar dónde nos tocaron, por cuánto tiempo y la presión ejercida. Es este tipo de receptor que activamos cuando hacemos terapia corporal de TTouch. Es interesante notar que el tacto con presión suele ser tranquilizador. Veremos por qué en la siguiente sección.

Cómo se procesa la información: transmisión e interpretación

Al nivel más básico, TTouch es una forma de comunicación. Facilitamos información al sistema nervioso que, a su vez, procesa e interpreta esa información. Podemos comunicar la información al cuerpo a través de las manos cuando realizamos diferentes formas de terapia corporal o mediante el uso de otras herramientas, tales como plumas, la varilla o vendajes o al llevar al animal a través del Circuito de Aprendizaje haciendo una serie de movimientos diferentes. Es decir, proveemos información táctil, propioceptiva y vestibular a la zona sensorial del sistema nervioso. Gracias a los enormes avances que han tenido lugar a lo largo de los últimos veinte años en el campo de la neurociencia, ahora los científicos reconocen un complejo sistema de comunicación que funciona a base de sustancias químicas conocidas como neurotransmisores y neuropéptidos. Candace Pert refiere a estas sustancias químicas como la red de información entre los varios sistemas del cuerpo y, en última instancia, entre prácticamente todas las células del cuerpo.

Existen tres tipos de neurotransmisores, cada uno de los cuales tiene una función específíca en cuanto a la manera en que responden a la información recibida (la sensación). Algunos excitan las células o “aumentan el volumen” mientras que otros inhiben las células o “bajan el volumen”. El tipo de neurotransmisor que podemos influenciar al proveer información específica o sensaciones se llaman Amines Biogénicos e incluyen la serotonina, la dopamina y norepinefrina. No es tan importante conocer el nombre de cada uno de ellos pero ¿qué es lo que hacen? ¡Son los programadores de las células! La función de estas sustancias químicas en el cuerpo es muy extensa y constituyen un factor fundamental para los mecanismos de supervivencia, tales como comer, beber, la reproducción y el sueño. También son la clave de la excitación, la motivación, las emociones y el alivio del dolor. Se cree que estos neurotransmisores son el vínculo principal entre los sistemas nervioso, endocrino e inmune. Mucho se ha escrito sobre la relación entre el estrés y los trastornos digestivos y del sistema inmune.

Seguramente sabrán que la serotonina es una sustancia relacionada con los estados emocionales positivos, y a menudo las personas con un nivel bajo de serotonina padecen depresión. Nos ayuda a sentirnos seguros y contentos. La información propioceptiva (el movimiento, lo que hacemos con los ejercicios físicos en el Circuito de Aprendizaje) fomenta la liberación de serotonina. Los placeres sensuales que nos ofrece la naturaleza también fomentan la serotonina. (¡Lo mismo ocurre con los animales!) En estados de estrés, sobre todo el estrés crónico, se reducen los niveles de serotonina y aumentan los niveles de norepinefrina. La norepinefrina es la sustancia química de la activación y la excitación. Contribuye a la respuesta simpática de lucha, huida, inmobilización y excitación. Claro que necesitamos cierto nivel de excitación para poder concentrarnos. Las situaciones y experiencias nuevas (no habituales) fomentan la liberación de norepinefrina, pero si el nivel es demasiado alto puede dar lugar a comportamientos reactivos o agresivos. La dopamina tiene un impacto significativo sobre los centros emocionales del cerebro: nos permite sentir placer y está asociada a la formación de vínculos afectivos y el estrechamiento de lazos. También tiene un impacto sobre la motivacion y la capacidad de concentrarse. El tacto con presión (lo que hacemos en TTouch) fomenta la liberación de dopamina.

Otro aspecto importante del procesamiento sensorial es cómo las sensaciones se transmiten a través del sistema nervioso hacia áreas específicas del cerebro. Existen vías separadas cada una de las cuales transmite sensaciones específicas. Cuando estaba estudiando anatomía y fisiología en la universidad, tuve que aprender de memoria los nombres extraños de estas vías, nombres como el tracto espinotálmico que, la verdad sea dicha, ¡nos ayudan poco! Lo único que necesitamos recordar son las dos funciones generales de las diferentes vías. Una vía transmite las sensaciones de dolor, temperatura y tacto suave mientras que la otra transmite sensaciones discriminatorias tales como el tacto con presión, la propiocepción y la vibración. Cuando examinamos la diferencia entre las dos vías en la figura al final, es interesante ver cómo parece que las sensaciones relacionadas con TTouch (el tacto con presión) y los ejercicios físicos (propiocepción) son transmitidas por la Vía Discriminatoria dando lugar al tipo de respuesta que observamos a menudo en los animales con los que trabajamos.

La Respuesta: el efecto del procesamiento sensorial

La capacidad de reconocer y procesar de forma adecuada la información sensorial recibida es lo que permite que la gente y los animales puedan responder al mundo que los rodea. El tipo de información que entra tiene una enorme influencia sobre las respuestas suscitadas. Un exceso de estímulo puede ser abrumador. En cambio, si el nivel de estímulo es deficiente no somos capaces de concentrarmos y nos falta interés. A menudo los terapeutas que utilizan la integración sensorial como tratamiento para los niños con trastornos de procesamiento sensorial hablan del “nivel justo de desafío”, lo que significa dar una cantidad adecuada de nueva información (sensación) para fomentar el aprendizaje sin sobrecargar el sistema. De forma intuitiva aplicamos precisamente este principio cuando trabajamos con los animales utilizando TTouch y el Circuito de Aprendizaje. Mediante la observación cuidadosa de las respuestas del animal ante el trabajo sabemos cuándo hay que cambiar la información entrante, o bien cambiando a otro tipo de TTouch, o cambiando a otra zona del cuerpo que el animal percibe como menos amenazante, cambiando la presión etc. Cuando trabajamos en el Circuito de Aprendizaje muchas veces hacemos pausas para permitir que el perro alcance un estado de equilibrio físico que el permitirá procesar la experiencia.

Las respuestas a la información sensorial pueden ser físicas, emocionales y de comportamiento. Las respuestas fisicas incluyen cambios de tono muscular (liberación de tensión), cambios de postura (rabo encogido, rabo relajado), y otros cambios fisiológicos internos tales como el índice de frecuencia respiratoria, el flujo sanguíneo etc. A medida que se transmite la información sensorial a muchas zonas del cerebro asociados al procesamiento emocional, a menudo vemos cambios en el animal: un animal puede pasar de un estado miedoso y ansioso a un estado de mayor calma y enfoque. Claro que podemos observar respuestas de comportamiento que van desde la excitación (lucha, huida, inmovilización y agitación) a un comportamiento más exploratorio y respuestas de adaptación. Talvez el ejemplo más llamativo sea cuando trabajamos con un perro reactivo en el Circuito de Aprendizaje e introducimos en primer lugar un perro neutro y después otros perros. A medida que conducimos el perro a través del Circuito (información proprioceptiva) cambiando de dirección y deteniéndonos en equilibrio (información vestibular) también le deslizamos la varilla por el lomo o hacemos un poco de terapia corporal (tacto con presión). Como hemos visto en la discusión anterior, este tipo de sensación, al tener un efecto tranquilizador y organizador, ayuda al perro a hacer la transición desde un estado de temor y excitación a otro estado más relajado. Cuando esto ocurre, muchas veces observamos que entonces el perro es capaz de elegir comportamientos más adecuados en presencia de otro perro: puede dar una señal tranquilizadora y mirar hacia otro lado. En otras palabras, ¡el perro ha aprendido una respuesta de adaptación!

Conclusiones

Aunque ésta es una versión bastante simplificada y condensada de la neurofisiología del procesamiento sensorial, nos facilita una perspectiva para describir cómo el Método Tellington influye sobre el sistema nervioso y, de hecho, la función de las células. Al impartir cursos y talleres, mi objetivo es el de ayudar a mis clientes y estudiantes a comprender que somos capaces de influenciar el comportamiento y el estado emocional de los animales simplemente dependiendo de la manera en que damos la información. Mediante la terapia corporal de TTouch, nuestras herramientas y los ejercicios físicos podemos ayudar un animal a pasar de un estado de excitación o temor a un estado de calma y enfoque, creando así una oportunidad óptima para que tenga lugar el aprendizaje o la autosanación.

Referencias

Ford, Clyde W.: Compassionate Touch: The Role of Human Touch in Healing and Recovery. 1993

LeDoux, Joseph: The Emotional Brain: The Mysterious Underpinnings of Emotional Life. 1996

Pert, Candace: Molecules of Emotion: Why You Feel The Way You Do. 1997

Sands, Robert: “The Power of the Parasympathetic Nervous System” Stress News October 2002 Vol. 14 Nº 4

Manual del Curso de Dos Días: Sensory Integration: Its Effect on Learning, Behaviour and Motor Control Presentado por Debra J. Denninger OTR/L, BCP

Manual del curso de tres días: Evaluation and Treatment of Sensory Processing Disorders. Presentado por Bonnie Hanschu, OTR.

Vía Protectora

  • Transmite el dolor, la temperatura y el tacto suave
  • Sistema más primitivo y antiguo
  • Más rápido, impreciso: no distingue exactamente dónde tuvo lugar el contacto
  • A menudo la respuesta es de alejamiento
  • Puede estimular una respuesta simpática
  • Sopesa la información: ¿existe motivo de preocupación?
  • Activa y excita

Vía Discriminatoria

  • Transmite la vibración, la propriocepción y el tacto con presión
  • Sistema más nuevo y sofisticado
  • Más lento, más preciso: distingue exactamente donde tuvo lugar el contacto
  • Respuesta normal es la de aproximación
  • Puede estimular una respuesta parasimpática
  • Transmite información que nos estimula a aprender y explorar
  • Tranquiliza y organiza

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