sábado, 8 de agosto de 2015

A la altura de las circunstancias


 
Viendo la interacción entre Sasha y las dos negritas, me acuerdo mucho de la época en que me incorporé por primera vez a la vida laboral como profesora. Me di cuenta en seguida de que no podía ser tímida, sino que tenía que proyectar una imagen adecuada que convenciese a los estudiantes, que casi tenían la misma edad que yo, de que efectivamente merecía respeto como profesora.

Sasha se ha dado cuenta de que las dos negritas son párvulas, y que tienen grandes lagunas en su formación.  Como buen beardie, él es por naturaleza bullicioso y se excita cuando cree que va a ocurrir alguna cosa que merece la pena.  A la hora del paseo se excitaba cuando veía que yo bajaba su arnés y la correa.  Se controlaba, pero estaba excitado. Ahora a la hora del paseo se queda parado delante de la puerta con un porte de gran dignidad como diciendo, "Mirad, niñas, así se hace. Hay que quedarse quietas para que se pueda poner el arnés. Así salimos antes"

Cuando llegamos al cruce antes del parquecito, se queda quieto y tranquilo incluso antes de que yo le pida que lo haga.  Ophelia y Miranda están todavía aprendiendo las normas para cruzar la calle y las palabras que les indican lo que tienen que hacer.  Así, no cruzamos la calle hasta que  quede la correa floja tras haber dado la señal de parada ejerciendo presión hacia arriba. Sasha las mira y espera como si hubiese comprendido "Ah, ya entiendo, estas pobres todavía no saben lo que tienen que hacer ... ¡paciencia!" 

Cuando él daba su paseo sin ellas caminábamos de forma fluida - sin prisa pero sin pausa.  Ahora, sin embargo, ha comprendido que las dos peques son más lentas debido a su afán de investigarlo todo, y espera pacientemente hasta que lleguen hasta él.

Durante el paseo de la tarde pasamos por delante de un jardín donde reside una gatita a la que damos de comer.  Ella confía en Sasha porque lo conoce desde siempre, pero Ophelia y Miranda están aprendiendo que ella forma parte del entorno y que no deben perseguirla.  Sasha se para tranquilo delante de la gatita enseñándoles un comportamiento ejemplar. Ahora ellas se han dado cuenta y se quedan expectantes ante la gatita que, por su parte, es muy sabia porque no corre sino que se queda parada y se acerca a ellas hasta dos centímetros del hocico. De todos modos, lo deja claro que cualqueir movimiento en falso puede accarear consecuencias desagradables. El mensaje les ha llegado alto y claro.

Miranda, por su parte, ha decidido que Sasha es "el primo Zumosol*" y lo sigue a todas partes con expresión de admiración total, desplazando así su dependencia para con su mamá.

Si imaginamos que Ophelia y Miranda ocupan la primera planta y que Sasha está en la segunda, es obvio que él lleva ventaja en cuanto a altura.  Se ha dado cuenta y aprovecha.  Cuando estamos de paseo y ha hecho algo para "enseñar" a las peques, luego se acerca y me mira como diciendo "¿Ves? Lo he hecho muy bien ¿verdad?  Ahora ¿no mereceré un premio? Estas enanas no se enterarán..." Efectivamente no se enteran, y él se aleja de nuevo contento con su estatus.

Sasha ha aceptado de buen grado este papel de responsabilidad, y la verdad es que está respondiendo a las mil maravillas. ¿Será que crecemos para cumplir con los retos que nos lanza el universo?

*  Para los que no conocen al "Primo Zumosol"  es un personaje de los anuncios de la marca de jugos de frutas.  Cuando el niño ve algún peligro proveniente de otros niños, llama a su "Primo Zumosol", grande y fuerte, que llega para apoyarlo y socorrerlo.

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